Con música de fondo y los exclusivos tacones puesto me reflejo en el espejo. Intento reconocerme. Me pierdo en la profundidad del cristal mientras veo como mi vida pasa como fotogramas de una película que jamás salió al cine. Querida princesa de ojos verdes, querida yo de 5 años. Gracias por no rendirte. Querida incomprendida, querida yo de 9 años. Gracias por ser fiel a mi misma. Querida rebelde, querida yo de 12 años. Gracias por no mirar a tras. Querida cabezota, querida yo de 14 años. Gracias por no ceder. Querida imperfecta, querida yo de 15 años. Gracias por no decaer. Querida orgullosa, querida yo de 16 años. Me pregunto si a ti podré darte las gracias algún día cuando seas mi pasado y no mi presente. Me pregunto si siempre serás mi presente. Querida yo de antes, sigo acordándome de ti.