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Mostrando entradas de febrero, 2013

Más menos 1.

Por momentos olvido el presente cuando me vencen, y los recuerdos se hacen fuertes. Cogen sitio y se agarran. Son lapas que solo quieren sobrevivir. -Bésame.   Lo he dicho.   Y quiero que lo hagas, bésame. Ya no puedo distinguir lo que fue y dejó de ser,  de lo que nunca será. Te quiero/odio. Y así mi amor se vuelve atemporal. - Bésame.

Y fuego en el alma.

Hoy me sorprendo extrañándote, como no debía de ser. Violando versos nocturnos, alcoholizados y despeinados. Incluso si ya no te tengo o nuna te tuve, soy demasiado egoísta porque no quiero que me olvides. Me he roto el corazón, pero no me importa. He ahogado los pulmones y emborrachado el alma. Y a las venas, A las venas las he incendiado, Pero poco ya me importa. Hoy se me antoja la apatía. Y ahora que no me has de escuchar, que no me has de leer te digo que de verdad te llegué a querer.

Irracional.

Nada es eterno. Ni si quiera el amor más puro, verdadero o irracional. Si es que existe.. He aprendido que el tiempo cura, que las lágrimas ahogan y que a veces hay que vivir con la cabeza (de arriba) y no con el corazón, como afirman las grandes novelas. Así que empezaré a olvidarte, comenzando por los recuerdos.