Porque bajo las sábanas de tu cama dejo de ser yo, dejas de ser tú. Nos quitamos los años, los dolores. Cada carga que el tiempo nos regaló. Y es ese sentimiento, tan puro, tan buscado y a la vez tan odiado. Nos hace grande, mientras nos sentimos pequeños, indefensos. Que se haga el vacío. Que se lo trague todo, todo eso que no nos sirve. Que podemos llegar a lo más alto con solo tocarnos. Déjame demostrarte que no es sucio, que no es vicio. Que es necesidad de sentir, de sentirnos. De demostrar quienes somos y mostrarnos transparentes mientras nos robamos el oxígeno con cada bocanada de aire al unísono. Porque todo sabe igual si no es contigo.