Hoy me permito dejar el verso y la rima a un lado para hacer una reflexión. Tras tres cafés en una de mis cafeterías favoritas, 10 cigarros y cuatro horas de charla con mi mejor amiga, me he dado cuento que la pregunta clave no es ¿Quién soy? o ¿Hacia dónde voy? Hoy nos centramos en el futuro, en hacer lo correcto pero ¿Lo correcto para la sociedad? Nos seducen con la idea de una carrera, un futuro prometedor y con éxito. ¿Os habéis parado a pensar que tipo de éxito queréis llegar a tener? Yo creo que el éxito no llega con títulos, si no con la sabiduría que te da las experiencias vividas. La cultura está en la calle. Dejemos de estudiar para llegar a ser algo en la vida y empecemos a valorar esos conocimientos no como una obligación si no como un privilegio. Rompamos los roles de esta sociedad maniática que te encasilla y reprime. Tengamos el éxito como sinónimo de felicidad y dejemos de conjugar el verbo "estar" para referirnos a esa felicidad. No quiero un estado pas