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Mostrando entradas de enero, 2016

Pariendo la revolución.

Yo Mujer  Cuerpo Mente Humana deshumanizada por la A Humano calificando cuerpos Mentes descalificadas del poder Nosotras Mujer acompañante Mujer sombrero para quitarle el sol Mujer objeto indispuesta para explotación Caderas en continua demolición  Cinturas amarradas con cuerdas  y cada día un centímetro menos Cuerpos atornillados a paredes públicas  Tetas y 75 complejos Tetas y 95 faltas de respeto Yo Niña sin destornillador  Niña amamantando sin pechos un nenuco en el parque Naturalidad hecha tabú en el patio de colegio Niña sintiendo su propia biología como vestigios de los que hay que deshacerse Mujer solterona Mujer impar Hija insana del patriarcado Mujer deseando teñir de sangre, sangre que brota del vientre, el vestido de su boda.  Humana intentando ser libre Humana intentando ser puta a ojos del resto. Ojos enfermos Violencia romántica Romances con muertes Muertas asesinadas Mundo de ellos Muje
Cuando estoy cubierta de mierda hasta las orejas, sin pronunciar nada, entras en la escena, y mientras todos hacen de narrador  tú hablas con mis muertos, para contarles mi revolución. Ellos vuelven a sus tumbas.

Y qué bien se llora en tu espalda.

Prometí no volver a escribirte, lo sé. Has vuelto y parece que pronuncio la vida con otras palabras Maldito seas y maldita la geometría de tu espalda Ya no me encaro con ella. Eres ruido, el ruido inmarcesible de una noche de concierto, el bom bom clap que deja lucir la rima, el grito envuelto en el horror de resucitar sola, la seguridad en un cara o cruz amañado, y si sale cara cargo con tu cruz. Nos han visto cogernos de las uñas como si mañana prohibieran arañarnos, como si mañana se secaran los mares - y dejaran al descubierto mil cadáveres de madera- o chaparan los bares negándome mi café del domingo. Yo me aferro a ti como si mañana al tiempo  le apeteciese apartarte de mi cintura. Tengo las manos acojonadas tras no dormir dos noches completas por estar tocándote. Vuelvo a echarte de menos, como de costumbre. Han bastado tres meses de huida Y 14 libros, 5 pares de guantes, que no se parecían ni por asomo a tus de