Con la rima asonante de tus gemidos escribir un romance,
y en tu espalda,
versos Alejandrinos,
los hemistiquios comienza en tus hombros.
Quiero hacerlos míos, despertar tus instintos.
Vamos a disfrazarnos de una sola,
voy a recorrer tus vértices y a absorber cada orgasmo.
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