Se me retuercen los poros
cuando me ataca la duda
y el estómago declara la huelga .
Me rasga la piel de la espalda
con las uñas del pasado
ensangrentadas ya del último maltrato.
Ridícula
y la tilde me taladra la clavícula.
Gorda
y la yema de los dedos vuelven
con las viejas adicciones.
Estúpida
estás sangrando y barriendo el pasillo.
Has dejado los interrogantes por las perchas,
el llanto en el teclado,
las inseguridades en la cisterna,
la ansiedad en el frío,
el ego a fuego lento,
la mentira emplatada,
la toxicidad sosteniendo el tenedor,
la sumisión el cuchillo
y los gritos,
los gritos como siempre dentro del armario.
Dime cómo seguir en pie
si tras las puertas de mi casa
se respira mi muerte.
Si cada noche le doy la bienvenida
a todas las escenas de terror
con la boca tapada y sin posibilidad de decir No.
Que ya no me culpo,
solo me comparo
y esa es otra manera de recortarme la cadera.
cuando me ataca la duda
y el estómago declara la huelga .
Me rasga la piel de la espalda
con las uñas del pasado
ensangrentadas ya del último maltrato.
Ridícula
y la tilde me taladra la clavícula.
Gorda
y la yema de los dedos vuelven
con las viejas adicciones.
Estúpida
estás sangrando y barriendo el pasillo.
Has dejado los interrogantes por las perchas,
el llanto en el teclado,
las inseguridades en la cisterna,
la ansiedad en el frío,
el ego a fuego lento,
la mentira emplatada,
la toxicidad sosteniendo el tenedor,
la sumisión el cuchillo
y los gritos,
los gritos como siempre dentro del armario.
Dime cómo seguir en pie
si tras las puertas de mi casa
se respira mi muerte.
Si cada noche le doy la bienvenida
a todas las escenas de terror
con la boca tapada y sin posibilidad de decir No.
Que ya no me culpo,
solo me comparo
y esa es otra manera de recortarme la cadera.
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