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Y es que a veces 
al llanto hay que darle espacio y ventaja.
Ir siempre detrás de él.

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Si son tuyas mis letras.

Ya no sé si son mías o tuyas las letras que te escribo. Si te vas y son mías : ¿A quién le escribiré cuando nos quedemos a solas, el mechero y yo? Cuando te lleves todo lo tuyo, y con ello la inspiración. Tendré que reinventarme junto con tus letras, que hablarán de mí sin ti. ¿Perderán el sentido los versos de amantes, de camas, de sueños? ¿Y las sábanas?  Me pregunto si rasparán. Si te vas y son tuyas: Escribiré tu último beso. Relataré mi último desvelo y pensaré en el primer insomnio de no tenerte. Pero si son nuestras las letras: estaré perdida sin los dos. Ya no no sé si son mías o tuyas las letras que te escribo: y entre tanto yo, tú,  me, te, mi, sin ti, aprovecho el nos, el os y el nosotros.

Cura 365

Iba a escribir que tengo un demonio pegado a la espalda, pero la verdad, a la espalda solo me tengo a mí y confío tanto en ella que hace un año me regaló un puñal, me aconsejó que lo dejara cuidadosamente en mis costillas y que apretara siempre que doliera. Que es más fácil sufrir y curar, que sufrir y culpar y que ya que iba a sangrar, mejor le daba vida. Sin embargo aquí estoy; Sufriendo Curando Culpando Dando vida  Muriendo Solo me queda clara una cosa ;  el dolor no es pasajero pero si lo ejerces tú misma siempre  duele menos y yo  sigo eligiendo coger el puñal de frente a que te manchases las manos a mi espalda porque culparme  es sostenible pero culparte es la realidad.

Cambio de dirección del blog.

Cambio la dirección del blog a ; https://lenguajedeloscorazonesrotos.wordpress.com/ por motivos de diseño y comodidad. No eliminaré este blog ya que aquí está mi recorrido y  no he podido pasar todos los poemas a la nueva dirección, solo los que he visto más llamativos. No publicaré nada nuevo aquí. Twiter: AleAleyan Facebook; Alejandra Torrero

Y qué bien se llora en tu espalda.

Prometí no volver a escribirte, lo sé. Has vuelto y parece que pronuncio la vida con otras palabras Maldito seas y maldita la geometría de tu espalda Ya no me encaro con ella. Eres ruido, el ruido inmarcesible de una noche de concierto, el bom bom clap que deja lucir la rima, el grito envuelto en el horror de resucitar sola, la seguridad en un cara o cruz amañado, y si sale cara cargo con tu cruz. Nos han visto cogernos de las uñas como si mañana prohibieran arañarnos, como si mañana se secaran los mares - y dejaran al descubierto mil cadáveres de madera- o chaparan los bares negándome mi café del domingo. Yo me aferro a ti como si mañana al tiempo  le apeteciese apartarte de mi cintura. Tengo las manos acojonadas tras no dormir dos noches completas por estar tocándote. Vuelvo a echarte de menos, como de costumbre. Han bastado tres meses de huida Y 14 libros, 5 pares de guantes, que no se parecían ni por asomo a tus de