Encontré el insomnio en olores de almohadas,
en el recuerdo de las caricias de tus sábanas
y el abrazo de un colchón hundido,
y cuando me siento fría,
fría y sola, el recuerdo me atrapa
fría y sola, el recuerdo me atrapa
y acoge en el eco de un gemido.
Porque ya no hay noche
Si no es contigo.
Si no es contigo.
Hay quién diría que es noche desde que ya no. Yo digo que vivan las noches eternas.
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