Ir al contenido principal

Joder, que no.



No voy a pedir permiso,
No.
No voy a pedir permiso para pasar
por un callejón oscuro de madrugada
sin sentirme expuesta.
Ni para mandarte a callar después de un discurso
androcentrista sobre como debo,
Sobre como fallo,
Sobre como resistimos.

No voy a bendecirte para sentirte menos macho
y a la vez superior al resto,
mientras silencias las voces de las víctimas
con tu incesante protagonismo
repetitivo.

No voy a mecer tu ego.
Ni a darle un respiro
y si se asfixia que llore.
Tenéis mucho cuerpos que no palpitan
a vuestras espaldas.
Muchos nombres que salen de puntillas 
por el esófago .
Muchos cómplices limpiándoos la sangre
de entre las uñas.

No voy a pedir permiso para hacerle frente
a las balas que intentan reventarme la ofensiva.
No voy a brindarte la indiferencia
y no voy a brindarme la excusa.

No voy a pedir permiso para ser,
para hablar,
para exigir,
para estar.
Ni daré una peca de respeto a quienes
se les pudre la boca de acumular tanta mierda,
Ni al que asesina en nombre del amor,
Ni al que viola no solo en un callejón,
también en el porno,
también en nuestra propia habitación
No solo extraño, también dentro de una relación.
Al que ya le han dicho que no y al acoso legitimado,
 normalizado, él le llama insistir.
No voy a respetar al que anda por la calle
opinando de cuerpo ajenos,
alardeando de ese privilegio tan dignamente otorgado 
que se acolcha en perfecta armonía con el respaldo de su misma calaña.

No voy a pedir perdón por no comportarme, 
por la hostilidad,
 por la impertinencia,
Por no querer subordinarme a esta   condición.
A esta construcción social del género 
que no me deja joder tranquila,
que me ata la soga al útero 
y dictamina cuando parir.
Que me sitúa fuera de la historia,
dentro del amor,
al filo de la muerte
y culpable de todas las desgracias.

Yo no escucho a quien me quiere mucho
y me quiere muerta, a quien utiliza sus  mismas 
palabras para calmar mis
hormonas; que hoy quien sangra es tu ignorancia.

Que no joder, que yo no pido permiso.
Y que no coño, que tampoco pienso pedir perdón.



Comentarios

Más leídas

Si son tuyas mis letras.

Ya no sé si son mías o tuyas las letras que te escribo. Si te vas y son mías : ¿A quién le escribiré cuando nos quedemos a solas, el mechero y yo? Cuando te lleves todo lo tuyo, y con ello la inspiración. Tendré que reinventarme junto con tus letras, que hablarán de mí sin ti. ¿Perderán el sentido los versos de amantes, de camas, de sueños? ¿Y las sábanas?  Me pregunto si rasparán. Si te vas y son tuyas: Escribiré tu último beso. Relataré mi último desvelo y pensaré en el primer insomnio de no tenerte. Pero si son nuestras las letras: estaré perdida sin los dos. Ya no no sé si son mías o tuyas las letras que te escribo: y entre tanto yo, tú,  me, te, mi, sin ti, aprovecho el nos, el os y el nosotros.

Cura 365

Iba a escribir que tengo un demonio pegado a la espalda, pero la verdad, a la espalda solo me tengo a mí y confío tanto en ella que hace un año me regaló un puñal, me aconsejó que lo dejara cuidadosamente en mis costillas y que apretara siempre que doliera. Que es más fácil sufrir y curar, que sufrir y culpar y que ya que iba a sangrar, mejor le daba vida. Sin embargo aquí estoy; Sufriendo Curando Culpando Dando vida  Muriendo Solo me queda clara una cosa ;  el dolor no es pasajero pero si lo ejerces tú misma siempre  duele menos y yo  sigo eligiendo coger el puñal de frente a que te manchases las manos a mi espalda porque culparme  es sostenible pero culparte es la realidad.

Cambio de dirección del blog.

Cambio la dirección del blog a ; https://lenguajedeloscorazonesrotos.wordpress.com/ por motivos de diseño y comodidad. No eliminaré este blog ya que aquí está mi recorrido y  no he podido pasar todos los poemas a la nueva dirección, solo los que he visto más llamativos. No publicaré nada nuevo aquí. Twiter: AleAleyan Facebook; Alejandra Torrero

Por ahí va otra futura muerta.

Nos están matando con cada cierre de cremallera. Están muertas para el estado. Estamos perdiendo la vida de un suspiro y cuando pasean y nos miran y se les resbala la saliva y nos gritan, en realidad están pensando "mira, por ahí va otra futura muerta y si ese cuerpo frío y pálido, desprendiendo aún  terror y rabia estuviera sobre mis brazos me lo follaría." Estamos muertas, ya estamos muertas. Muertas y condenadas a ser solo eso; una nueva causa natural de muerte. Muerte por asfixia Muerte por derrame cerebral Muerte por traumatismo Muerte por metástasis Muerte porque ha aparecido muerta. Muerte por orden de alejamiento. Muerte porque se extravió la denuncia. Muerte porque la policía la interrogó más a ella que a él. Muerte por el estado fascista Me repito, me repito como un vómito de hiel. Nos están matando. Y cuando nos miran, nos leen, nos persiguen, cuando nos callan, maltratan y acechan y en los titulares aparecemos sin aparecer, sin más

Y qué bien se llora en tu espalda.

Prometí no volver a escribirte, lo sé. Has vuelto y parece que pronuncio la vida con otras palabras Maldito seas y maldita la geometría de tu espalda Ya no me encaro con ella. Eres ruido, el ruido inmarcesible de una noche de concierto, el bom bom clap que deja lucir la rima, el grito envuelto en el horror de resucitar sola, la seguridad en un cara o cruz amañado, y si sale cara cargo con tu cruz. Nos han visto cogernos de las uñas como si mañana prohibieran arañarnos, como si mañana se secaran los mares - y dejaran al descubierto mil cadáveres de madera- o chaparan los bares negándome mi café del domingo. Yo me aferro a ti como si mañana al tiempo  le apeteciese apartarte de mi cintura. Tengo las manos acojonadas tras no dormir dos noches completas por estar tocándote. Vuelvo a echarte de menos, como de costumbre. Han bastado tres meses de huida Y 14 libros, 5 pares de guantes, que no se parecían ni por asomo a tus de