Iba a escribir que tengo un demonio
pegado a la espalda, pero
la verdad, a la espalda solo me tengo a mí
y confío tanto en ella
que hace un año me regaló un puñal,
me aconsejó que lo dejara cuidadosamente
en mis costillas
y que apretara siempre que doliera.
Que es más fácil sufrir y curar,
que sufrir y culpar
y que ya que iba a sangrar,
mejor le daba vida.
Sin embargo aquí estoy;
Sufriendo
Curando
Culpando
Dando vida
Muriendo
Solo me queda clara una cosa ;
el dolor no es pasajero pero si lo ejerces tú misma siempre
duele menos y yo
el dolor no es pasajero pero si lo ejerces tú misma siempre
duele menos y yo
sigo eligiendo coger el puñal de frente
a que te manchases las manos a mi espalda porque culparme
es sostenible
es sostenible
pero culparte es la realidad.
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